sábado, 9 de febrero de 2008

Liga “A”: Sionista empieza a preocupar

Lo dijimos hace pocas horas, comparar los “presentes” de Echagüe (TNA) y Sionista (Liga “A”) es absurdo y quien lo hace, incoherente es. Por ello, insistimos que la campaña del Centro Juventud, pese a su proceso en declinación, no admite relación alguna con el dramatismo. Aunque claro está, el nuevo revés en casa ante el poderoso Boca Juniors, comienza a tirar síntomas de preocupación. Pasó el campeón y ganó por 89 a 69; muy claro, sin atenuantes.

Y arrancamos con lo de la comparación porque en esta tan especial ciudad se sigue tributando espacios a ridículas voces que pretenden salvar errores o carencias propias con los desaciertos o insuficiencias ajenos, como también se vuelcan consideraciones “especializadas” sin dar lugar a la reflexión profunda y en cierto modo sincera, valiente, jugada.
Al parecer es más fácil hablar de problemas de actitud o de concentración, que de causas intrínsecas a la composición de un plantel o al libreto del mismo. Entonces la subjetividad es una apreciación “light” que no conduce a nada bueno.

Y Sionista hoy sufre tal vez una dosis de obnubilación en lo que atañe a su funcionamiento. Por ello soporta este cuarto traspié sucesivo, ante un adversario que lo dominó a su antojo, con desenvolvimientos individuales brillantes y sencillez en el despliegue de conceptos, usufructuando un desequilibrio extremadamente elocuente entre lo que se hace mal en el ataque y la descompensación en defensa.
Duele decirlo y no es difícil de explicar, en que el team de Svetliza nunca le encontró la vuelta al partido, tanto en la faz defensa -al no oponer la resistencia debida sabiendo cuáles son las bondades que venía esgrimiendo el “Auriazul”-, y muy especialmente en ataque con un destino sin rumbo preciso, traicionando la idea “de equipo” y ahondando en cada noche que transcurre una visión distorsionada de lo que cada uno puede darle al engranaje colectivo.

No fue tanto el problema de los porcentajes o de las imprecisiones, como sí del comportamiento, de la conducta que se ve desplegada, con demasiados “apetentes” por el poder de la pelota en el perímetro y con una fortaleza interna que progresivamente se va deteriorando.
Y hete aquí una de las pruebas en lo concerniente a las opiniones de los distintos sectores: se lo da como figura a Antwon Hall, quien sin hesitar redondeó una planilla elogiable, pero no se denota en las expresiones provenientes de diversos sectores ligados al baloncesto que su llegada remarcó de manera más irrefutable la disputa (solapada) por la “propiedad” de la bola.

Y ojo que aquí no se habla de peleas, de internas, de conflictos que de hecho no existen. Nos referimos a que se a superpoblado un área con jugadores ambiciosos, que necesitan de la pelota y precisan tener un rol determinante. Hay veces que eso juega a favor en determinadas estructuras, y otras en que causa un revulsivo el cual requiere de un exhaustivo trabajo estratégico o táctico para delimitar los “servicios” singulares en pro de la fusión.
No nos cansamos de decirlo. Hubo un Sionista antes y otro después de la vuelta de Mariano Byro y del recambio de Todd Williams. El primero no brillaba, como tampoco había concretado la química ideal, pero el segundo ha remarcado la ausencia de un rumbo fijo hacia un sólido ensamble de todas las partes, peor aún... Marianito no volvió a pleno y a veces se lo nota tan ansioso como incomodo.

La cátedra del campeón

Ganó por 4 los primeros 10 el dueño de casa. Y se apoyó en talentosas pinceladas de Robinson, la potencia interior de Zilli y un par de “manitos” condimentadas de Burgos y de Hall (¿era necesario su gesto hacia la platea al cabo de los primeros 10 cuando anotó su primer triple como diciendo “shhh… tranquilos…”?). Por ese entonces con el “0” de Cantero y los 2 pts. de Byro uno ya empezaba a inquietarse más allá de la victoria parcial ante un adversario apoyado en las virtudes del Gaby Fernández yJamaal Robinson.
Picatto leyó a la perfección el planteo tirado por su colega e introdujo modificaciones beneficiosas. Poco a poco Boca fue manifestando la jerarquía de sus singularidades y el apego a definir por las manos mas convenientes, rotando de manera controlada, sin egoísmos, el modo de lastimar la zona contraria.


Así clavó un parcial de 7-0 con el cual equiparó las acciones, para luego, por medio de las muñecas “On Fire” de Gustavo Oroná, Oscar Funes (Foto AdeC) y del Leo, o la fibra expuesta en el poste bajo por Alloatti, pasar a mandar con absoluta contundencia el pleito.
Cantero solo había marcado un doble, Byro, Burgos y Zilli fueron “secados”, Robinson aportó 2 pts. y Hall alimentaba su ego siendo la vía más fértil.
La ida a los vestuarios permitía a Svetliza el arengar del modo mas conveniente a sus dirigidos en la intimidad, procurando que salga lo mejor de cada uno tras el descanso.
Ello no ocurrió. Nada cambió. Peor aún, Boca halló “regalitos” que uno por uno capitalizó con el deposito de la pelota en el aro de un Sionista sin reacción, inerte.
No obstante Byro y Zilli encontraron algunas brechas para explotar y se unieron al “Llanero Solitario” Hall para acortarle ventajas a los porteños, acometiendo el último período con un tablero desfavorable de 17 (51-68).


La ilusión se hizo añicos enseguida. Boca no estaba dispuesto a concederle misericordia y mantuvo su prolijidad como creatividad de la mano de los dos “Olímpicos”, más el ponerle la cereza al postre de un Oroná formidable. Así, el team del Gaby Picatto consolidó en los últimos 10 todo lo bueno expuesto en la media hora anterior, “robando” dos puntos de oro en la capital entrerriana y reafirmando que peleará duro por no abdicar a la corona.

Apuntes finales

Sionista está golpeado. Creemos que la palabra justa es “descompensado”. Y si bien respetamos la gestión del coach, nos parece que habrá que pulir los sistemas para que hombres talentosos y decisivos como Byro y Cantero encuentren los espacios para sentirse útiles no solo defendiendo o pasando la pelota.
Esto es uno de los temas a verificar, pero lo entendemos como “clave” en la faz motivación. Se habla mucho sobre los desajustes defensivos, pero se habla poco en cuanto a que esos desacoples tienen mucho que ver con lo anímico, con lo que ocurre en el aro de enfrente.
Y es por ello que pensamos, tal vez distinto que la mayoría, en cuanto a que el problema de Sionista no está tanto en su defensa como en lo que se ocasiona a través de ataques en los cuales no se reparte de otra forma el protagonismo, en especial perimetral, no tanto por "egocentrismos" sino de manera preponderante por inseguridades, falta de confianza o nervios exacerbados vaya uno a saber por qué.

Por ello también entendemos como obvio poner de relieve que para cambiar el panorama será imprescindible el repunte en la cotización personal de una pieza como Byro que por ahora está lejos de su verdadero nivel y que Cantero se descomprima, recuperando esa picardía que lo llevó a Italia y a seducir a varios equipos de nuestro país. Sin dudas, ambos son engranajes trascendentes y no podíamos dejar de rescatar este juicio habida cuenta que quizás pase por allí la creencia del coach en reforzar dicha área.

No obstante, asimismo, mantendremos incólume la idea en cuanto a que pese a la calidad y contínua evolución de Ale Zilli, o los puntos y oficio que tributa Burgos, o la sabia joven de Hure, el Centro aún está a tiempo de probar qué sucedería con un foráneo de mayor peso físico y hasta con más predisposición a la defensa y a la toma de rebotes.
No fue Hall el responsable de la caída. De hecho que demostró su jerarquía ofensiva, sin discusiones. Volvemos a la calificación que tradujéramos este viernes en el anuncio. Al igual que Riddick, Hall es un hombre que necesita constantemente de la pelota y de tomar decisiones, hoy bienvenidas porque por pasajes faltan.

Por lo tanto, difícil es que pueda compensarse ese “vedetismo” (por llamarle de alguna forma) con sus otros compañeros tan capacitados como él para esa tarea, pese a no haber irrumpido como se espera de ellos
Volvemos, para concluir, con una concepción rotunda. Sebastián Svetliza sabe lo que hace. El es el jefe del equipo y él está convencido que se viene haciendo lo mejor por y para Sionista. Lo nuestro es meramente una perspectiva, un punto de vista. Subjetividad pura sin faltarle el respeto a nadie en una instancia que no podemos evitar dar paso a la preocupación.