martes, 18 de marzo de 2008

TNA: a no dilapidar energías positivas

Ariel Tosello y Alejandro Trías lanzarán a las 21,30 la primera bola al aire por el 2º juego de la serie al mejor de cinco entre La Unión de Formosa y Echagüe. El escenario como hace 48 horas será el moderno Polideportivo Cincuentenario donde el team de Paraná obtuvo el único triunfo visitante de las llaves de Octavos. Transmite LT 14 con el relato de Diego Gastón Gentile.

Si algo debe tener bien en claro Echagüe por estas horas es que mucho se equivocó a lo largo de la Serie Regular en cuanto a conflictos anímicos que fueron erosionando la confianza propia, la seguridad, la certeza de su capacidad físico-técnica.
Y en ese auto reconocimiento seguramente estará implícita la convicción que a esta altura de los acontecimientos no puede dilapidar el formidable logro de haber clasificado pese a tantas contingencias y encontrarse hoy a dos triunfos en su casa para acceder a los Cuartos.

Por ende, más que nunca esta noche, deberá anteponer su mayor grado de sabiduría, de madurez, y de talento para jugar con la ansiedad, la tensión, los nervios ajenos y tener una doble alternativa totalmente válida: a) el buscar el 2-0 sin ambiciones desmedidas que lo lleven a sufrir cualquier tipo de vicisitud contraproducente para los dos choques en Paraná; b) el desarrollar un despliegue astuto, sagaz que lo orienta a su adversario a desgastarse y no sufrir, él, un despilfarro de energías.

Y precisamente… hablando de “energías” las hay positivas, que son las evidenciadas en esta última parte del año, y están las negativas que son las cuales durante gran parte del certamen acosaron las mentes de jugadores, cuerpo técnico y hasta algunos hinchas confundidos con los resultados cosechados.
A priori se trazaron augurios plenos de optimismo, luego se sucedieron picos de irregulares producciones, así se vieron idilios y rupturas resonantes con la prensa y la afición, hubo etapas desbordantes de confianza en la tarea llevada adelante y hubo crisis indiscutibles.
Existieron momentos de exultante felicidad, munidos de una peligrosa soberbia y se soportaron instancias de pronunciada decadencia -por malas determinaciones dentro de la cancha y especialmente desde el banco de diversa índole- que causaron agobio, confusión, dudas, incertidumbre.
Pero nos quedamos con la última fase de la Serie Regular. Esa en la que “Gladiadores” de innumerables batallas como Santiago Vesco y Oscar Heis se pusieron el equipo al hombro y guiaron a sus pares mas experimentados y a los gurises hacia la gloria.

Esa en la que Leo Ruiz Moreno cambió su semblante por su producción lejos de lo soñado por TODOS y fastidiado con lo que se decía, por la de un líder que incentivó, motivó y hasta le dio una mano importante al cuerpo técnico para desentrañar algunas falencias (o carencias…) en lo inherente a planes o estrategias.
Esa en la cual los HOMBRES contagiaron a los pibes para que aflore la valentía, el coraje y destrozar cualquier tipo de fantasma que sobrevuele como en los ya polémicos y lamentables tradicionales finales vividos.
Echagüe recapacitó a tiempo. Dejó atrás la altanería, el orgullo obstinado, la arrogancia y con humildad, con cojones mas el talento que nunca se puso en discusión, logró paliar carencias estructurales de equipo y puso de relieve la capacidad humana y profesional para defender la divisa con uñas y dientes.
Despertó en el momento justo. Sufrió e hizo sufrir innecesariamente, pero sacó a relucir una dignidad esperable para explotar las bondades individuales al servicio de lo colectivo, y una astucia casi ideal para solapar las insuficiencias.

En tierras coloradas, aún con la ventaja que su nuevo extranjero juegue solo 9 minutos por incorporarse horas antes de la brega al plantel, cristalizó una victoria que lo pone en las puertas de los Cuartos, definiendo esa firme posibilidad nada menos que en su casa.

Hoy, con Owens algo más “aggiornado” a lo que pretende su coach en cuanto a darle una mano a ese soldado descomunal que es el Sebas Pardal, puede plasmar la hazaña de un 2-0 sensacional. Pero de suscitarse una de esas noches en las que no salen las cosas como se pretende, a no volverse locos… El negocio ya está hecho. Y no es conformismo mediocre, sino que es realismo en cuanto a que se sortearon demasiadas adversidades y ya no es época de “locuras”.

Ganar hoy sería formidable, pero a no hipotecar el futuro cercano con derroches inútiles de bríos y dejar heridos de gravedad en esta segunda batalla cuando aún faltan las a desplegar en suelo propio con el sueño de seguir conquistando más tierras ajenas en siguientes desafíos.

Dicen que “Echagüe anda goloso...”, que no se empache y llegue enfermo al gran festín en su estadio.

Haciendo memoria…

Echagüe había perdido cinco encuentros por no saber cerrarlo en la fase regular pero el domingo apareció la personalidad, el temple y por qué no… la calidad de sus hombres para poner la serie 1-0 con un 72-71 inolvidable.
En un match de electrizante desarrollo, propio de una final, con variables permanentes, con matices cambiantes, el Negro basó su gran victoria en una sólida defensa sólida.

Echagüe arrancó defendiendo durísimo, con una concentración notable y en ataque halló manos candentes de Gustavo Souto y Pipi Vesco para ser levemente superior al dueño de casa.
El segundo fue un calco en cuanto a entrega aunque ya empezaron a predominar los yerros, producto de los nervios. Perdieron ambos eficacia y consistencia mental a la hora de resolver, siendo el protagonista principal de cada avance paranaense uno de los mejores internos de la temporada (por no decir el mejor…) Sebastián Pardal.
Dentro de la vorágine quien hizo el mejor negocio fue Echagüe que supo sacar un promedio de 6 puntos pero Mario Romay puso el sello y sacó presión a sus compañeros y fanáticos.

De los vestuarios volvieron con los cuchillos entre los dientes y el team de Entre Ríos mantuvo la calma esencial para explotar la angustia de La Unión. Así supo estar a 7 de brecha pero entró en acción Ariel Zago para descontar y poner en peligro la hegemonía visitante.
La picardía del “Pipi” Vesco recompuso la fisonomía de los paranaenses pero La Unión no estaba dispuesto a claudicar tan pronto, así metió un parcial de 9-0 y pasó a comandar el juego.

Se llegaba a un final no apto para cardíacos, en el que los orientados por Víctor Daitch arrancaron como para comerse crudos a su oponente pero el Sebas Pardal se vistió de Superman y alió al cruce del enemigo ganando la pelea hasta que debió dejar la pista por faltas.
Fue un golpe durísimo. Un shock emocional del cual todos pensamos que no se saldría recordando tantos pésimos cierres. No obstante, Echagüe usufructuó errores increíbles de quien había sido un hombre clave (Eduardo Gamboa) y primero con Mauro Rotschy y luego con Oscar Heis clausuró el partido a su favor ante el silencio atónito, el estupor de toda un estadio en contra que se quedó absorto por la epopeya “Panza Verde”.

Este 0-1 con Echagüe puso a La Unión en un lugar muy incómodo, debiendo salir hoy a la cancha respondiendo a esta urgencia.
Desde la noche del domingo Daitch ha buscado que sus dirigidos se percaten de lo horrible que lanzaron libres, de las responsabilidades evadidas, de las decisiones estériles. Sin ir más lejos las de un ex Echagüe, Pablo Fernández que estuvo muy pero muy por debajo de lo que rindió en toda la etapa Regular.
O como dijimos, poner nuevamente en escena a un Gamboa que echó por la borda en el epílogo sus buenos aportes (aunque irregulares y con demasiadas pérdidas…) de los casi 37 minutos anteriores.
O hacerle ver a Nat Green que ya por estos años a las piñas no se gana en cuanto a sus reacciones.
Lo concreto es que dos noches después llega la chance de reivindicarse o sacar el pasaje a unas anticipadas (y no esperadas) vacaciones.

Atención con los jueces

Han sido muchas las voces que escuchamos y leímos por estas últimas horas en contra de la actuación de los jueces Silvio Guzmán y Pedro Hoyo, que a ciencia cierta, tuvieron una noche para el olvido pero perjudicando a ambos por igual y hasta en cierto momento complicando con desigual criterio a Echagüe en cuanto a las faltas.
No vaya a ser (históricamente ha generado nocivas consecuencias…) que toda esta presión en derredor de los árbitros designados para este martes, conspire no contra Echagüe sino esencialmente para con la equitativa administración de la justicia.

El resto del segundo capítulo de Octavos

Lanús recibe a Asociación Italiana de Charata este martes a partir de las 22, con arbitraje de Ariel Rosas y Pedro Hoyo, en el segundo partido de la reclasificación, que será televisado por TyC Max.

El segundo partido de la serie al mejor de cinco entre Ciclista Juninense y Argentino arranca a las 21.30, en el Coliseo del Boulevard, dirigido por Fabio Alaniz y Jorge Sultani. El domingo fue triunfo de los dirigidos por Adrián Capelli, por 82-75.

Por último, Ciclista Olímpico de La Banda-Alma Juniors de Esperanza juegan desde las 22, con Raúl Lorenzo y Javier Sánchez como dupla arbitral. En el primer partido de la reclasificación se impuso el conjunto de Gonzalo García por 84-64.