Sionista profundizó este domingo sus preocupaciones. El viernes se le había ganado con lo justo a Gimnasia de Comodoro tras haber tomado 23 puntos de brecha y El Nacional de Monte Hermoso acaba de pegarle un golpe que lo deja mal parado y con riesgos que lo tumben si no se recupera a tiempo. LT 14 Digital tuvo otro anticipo y no defraudamos… Al team de García no podías concederle la más mínima ventaja. El Centro, en su feudo, lo hizo.
Luego de tener solamente 10 buenos minutos, el team de Sebastián Svetliza se cayó progresivamente y sucumbió en el “Moisés Flesler” ante el equipo revelación de esta temporada, El Nacional de Monte Hermoso, por 71-61.
Un Antwon Hall imparable (15 puntos; 6/ de Dos y 1/2 de Tres en el primer cuarto) le dio la llave para arrancar los diez primeros por 27-23, aunque ya la primera luz de alarma fue tirada con el parcial de 10-2 que puso la visita tras estar abajo por 23-13.
Algo de Ale Zilli, y chispazos de Juan Cantero y Agustín Carnovale posibilitaron ir al primer descanso de 2 minutos con cierta tranquilidad más allá de algunas desinteligencias defensivas (especialmente a la hora de ponerse sólido en la lucha por el rebote defensivo) y de las 2 faltas tempranas de Mariano Byro y Mike Robinson.
Por el elenco bahiense Michael Manciel fue intratable en las pintadas y desde el perímetro brindaron opciones Mariano Castets (Foto), Federico Ferrini y Sebastián Farías.
Ya en el segundo, los problemas internos se mantuvieron, sumándose imprecisiones ofensivas al decaer los promedios y crecer las pérdidas. Sin embargo, pese a ello, Sionista logró sacar un parcial de 11-2, mediante la muñeca de Daniel Hure (2 misiles de Tres) y los granos de arena brindados por Carnovale, Robinson y Zilli.
Síntoma rotundo que algo sigue sin funcionar con las irregularidades del Centro fue que en la clausura del segundo período de 10, El Nacional marcó un segmento de 15-3 con un Djibril Kanté implacable (10 Pts. 5/5 de Dos y la complicidad de Byron Wilson (1/1 de Dos y 1/1 de Tres).
Ambos volvieron desde los vestuarios con mayor rudeza en defensa (los jueces le permitieron de todo a los de García…) y con manos heladas. El 11-11 nos exime de profundo análisis, aunque bien vale la pena decir que los dos equipos globalizaron porcentuales de cancha nefastos, tratando Sionista de desnivelar a través de Byro-Cantero-Robinson, contra Castets y Amicucci.
Sionista siguió perdiendo pelotas increíbles y El Nacional continuó dominando en el rebote. Para colmo, Robinson sumó su 3ª falta en los primeros segundos.
El que menos se equivocaba ganaba y Sionista en el último chico tiró números horribles, perdió bolas inconcebibles, como permitió (sin poner el mismo rigor y vigor..) que El Nacional liquidara la historia con Castets y Kanté de abanderados, sumándose hasta el pibe Alexis Elssener a la fiesta que desataron los monte hermoseños en el gimnasio de calle Carbó y Monte Caseros.
El antagonismo local duró hasta cuando restaban dos y medio, cuando mediante un triple de Robinson el tablero dijo 61 a 65. Pero desde ese instante, punto final a la resistencia.
La tercera fue la vencida para el equipo de Svetliza que no logró estirar la racha a tres victorias sucesivas en su casa.
Los orientados por Juan García demostraron una vez más porqué se encuentran tan arriba en la tabla de posiciones, con un juego que no deslumbra, pero pleno de garra, de temperamento y en el cual cada uno conoce perfectamente su rol, aptitudes, y limitaciones, sabiendo usufructuar al máximo las desconcentraciones, inseguridades y por qué no -hasta cierto grado de anarquía contraproducente- de su contrincante.
Sionista demostró –lamentablemente- que no estamos equivocados, y así como hay individualidades (Cantero-Byro) que aparecen y desaparecen por obra y arte de magia, su extranjero Hall deslumbró solo en 10 minutos y como lo hizo en Quilmes se fue desdibujando minuto a minuto.
Si a ello le anexamos la falta de Burgos a pleno (que a lo largo de la temporada ayudó más de afuera hacia adentro que de adentro hacia fuera), Sionista -pese a que Kanté jugó en un 50 % de sus posibilidades- dejó una vez más al desnudo que si no se hace fuerte abajo en ambos tableros, los problemas (o carencias) que surgen desde el perímetro se profundizan en la zona interior donde Hure es otro “salidor” al Tiro de Tres y donde Zilli acumula golpes, cortinas y todo tipo de contacto que lo deterioran segundo a segundo, como a ciencia cierta a su desenvolvimiento ya varios adversarios le han tomado el pulso, habida cuenta de su trascendencia a la hora de hacer o crear juego para el resto.
No hay dudas que lo psicológico también incide y ver algunas caras ya basta para darse cuenta que el momento anímico, más allá de las victorias que hubo, no es el mejor y con los reveses todo se potencia. La presión ya tiende a molestar, y mucho…
Pero las fechas pasan y otra caída mas en feudo propio, más la insatisfacción ya habitual en casa ajena produce inevitablemente que la preocupación tienda a convertirse en incipiente angustia, puesto que no se vislumbran cambios, cuando desde comienzos de año lo venimos aconsejando con todo respeto.
Luego de tener solamente 10 buenos minutos, el team de Sebastián Svetliza se cayó progresivamente y sucumbió en el “Moisés Flesler” ante el equipo revelación de esta temporada, El Nacional de Monte Hermoso, por 71-61.
Un Antwon Hall imparable (15 puntos; 6/ de Dos y 1/2 de Tres en el primer cuarto) le dio la llave para arrancar los diez primeros por 27-23, aunque ya la primera luz de alarma fue tirada con el parcial de 10-2 que puso la visita tras estar abajo por 23-13.
Algo de Ale Zilli, y chispazos de Juan Cantero y Agustín Carnovale posibilitaron ir al primer descanso de 2 minutos con cierta tranquilidad más allá de algunas desinteligencias defensivas (especialmente a la hora de ponerse sólido en la lucha por el rebote defensivo) y de las 2 faltas tempranas de Mariano Byro y Mike Robinson.
Por el elenco bahiense Michael Manciel fue intratable en las pintadas y desde el perímetro brindaron opciones Mariano Castets (Foto), Federico Ferrini y Sebastián Farías.
Ya en el segundo, los problemas internos se mantuvieron, sumándose imprecisiones ofensivas al decaer los promedios y crecer las pérdidas. Sin embargo, pese a ello, Sionista logró sacar un parcial de 11-2, mediante la muñeca de Daniel Hure (2 misiles de Tres) y los granos de arena brindados por Carnovale, Robinson y Zilli.
Síntoma rotundo que algo sigue sin funcionar con las irregularidades del Centro fue que en la clausura del segundo período de 10, El Nacional marcó un segmento de 15-3 con un Djibril Kanté implacable (10 Pts. 5/5 de Dos y la complicidad de Byron Wilson (1/1 de Dos y 1/1 de Tres).
Ambos volvieron desde los vestuarios con mayor rudeza en defensa (los jueces le permitieron de todo a los de García…) y con manos heladas. El 11-11 nos exime de profundo análisis, aunque bien vale la pena decir que los dos equipos globalizaron porcentuales de cancha nefastos, tratando Sionista de desnivelar a través de Byro-Cantero-Robinson, contra Castets y Amicucci.
Sionista siguió perdiendo pelotas increíbles y El Nacional continuó dominando en el rebote. Para colmo, Robinson sumó su 3ª falta en los primeros segundos.
El que menos se equivocaba ganaba y Sionista en el último chico tiró números horribles, perdió bolas inconcebibles, como permitió (sin poner el mismo rigor y vigor..) que El Nacional liquidara la historia con Castets y Kanté de abanderados, sumándose hasta el pibe Alexis Elssener a la fiesta que desataron los monte hermoseños en el gimnasio de calle Carbó y Monte Caseros.
El antagonismo local duró hasta cuando restaban dos y medio, cuando mediante un triple de Robinson el tablero dijo 61 a 65. Pero desde ese instante, punto final a la resistencia.
La tercera fue la vencida para el equipo de Svetliza que no logró estirar la racha a tres victorias sucesivas en su casa.
Los orientados por Juan García demostraron una vez más porqué se encuentran tan arriba en la tabla de posiciones, con un juego que no deslumbra, pero pleno de garra, de temperamento y en el cual cada uno conoce perfectamente su rol, aptitudes, y limitaciones, sabiendo usufructuar al máximo las desconcentraciones, inseguridades y por qué no -hasta cierto grado de anarquía contraproducente- de su contrincante.
Sionista demostró –lamentablemente- que no estamos equivocados, y así como hay individualidades (Cantero-Byro) que aparecen y desaparecen por obra y arte de magia, su extranjero Hall deslumbró solo en 10 minutos y como lo hizo en Quilmes se fue desdibujando minuto a minuto.
Si a ello le anexamos la falta de Burgos a pleno (que a lo largo de la temporada ayudó más de afuera hacia adentro que de adentro hacia fuera), Sionista -pese a que Kanté jugó en un 50 % de sus posibilidades- dejó una vez más al desnudo que si no se hace fuerte abajo en ambos tableros, los problemas (o carencias) que surgen desde el perímetro se profundizan en la zona interior donde Hure es otro “salidor” al Tiro de Tres y donde Zilli acumula golpes, cortinas y todo tipo de contacto que lo deterioran segundo a segundo, como a ciencia cierta a su desenvolvimiento ya varios adversarios le han tomado el pulso, habida cuenta de su trascendencia a la hora de hacer o crear juego para el resto.
No hay dudas que lo psicológico también incide y ver algunas caras ya basta para darse cuenta que el momento anímico, más allá de las victorias que hubo, no es el mejor y con los reveses todo se potencia. La presión ya tiende a molestar, y mucho…
Pero las fechas pasan y otra caída mas en feudo propio, más la insatisfacción ya habitual en casa ajena produce inevitablemente que la preocupación tienda a convertirse en incipiente angustia, puesto que no se vislumbran cambios, cuando desde comienzos de año lo venimos aconsejando con todo respeto.
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