ESPECIAL (*).- A pocas horas de cumplir 20 años el Juego de las Estrellas, una de las figuras precisamente “estelares” del básquet entrerriano mastica bronca porque las cosas no están saliendo como el soñaba en esta temporada 2008 vistiendo la casaca de Quilmes, y prueba irrefutable de ello es el haberse quedado afuera del Show que nuclea a lo más granado del baloncesto argentino por votación del público. Edu Villares está incomodo, uno que lo conoce sabe que intenta disimularlo, y lo logra en sus respuestas medidas, cautas, tendientes a evitar la polémica.
Sabido es que su idilio con el público “Cervecero” no atraviesa por su mejor momento y el escolta paranaense lo reconoce: “la gente siempre te pide más. El espectador paga su entrada y tiene todo derecho a juzgarte. Acá se vive el básquet de manera muy pasional y cuando andás bien te endiosan como cuando fallás descargan su fastidio. Los extremos no son buenos, pero soy un profesional y se cuales son las reglas del juego”.
Consultado sobre si se siente en deuda en relación al reclamo de la gente, el Edu señaló: “primero me siento en deuda conmigo mismo. No estoy jugando los minutos que quiero y como quiero. Me mato en la semana entrenando para que cambie la situación pero no está en mis manos exclusivamente en lo individual. Hemos perdido algunos partidos seguidos y es lógico que el público se moleste. Lo que no comparto es que todas las miradas se posen en mí”.
La respuesta nos dio la excusa para meternos de lleno en su relación con el coach Oscar “Huevo” Sánchez y sobre él dijo: “la relación no es la que uno quiere, no nos entendemos mucho, pero ambos somos profesionales. El sabe lo que yo le puedo dar y yo debo respetar sus decisiones. Así son las cosas. Guste o no él dirige, yo juego. No hay ningún problema personal ni extrabasquetbolístico. Cuando él considere que le puedo ser útil al equipo siempre estaré preparado, pero no obviemos que acá vine y él oportunamente lo reconoció como jugador franquicia, y pienso que un jugador digamos emblema, debería tener otro protagonismo. Si él cree que debo ser suplente debo bancarmela y punto”.
En relación a si no considera que todo tiene íntima relación con el “no” que tuvo el DT para reemplazar a Antwon Hall de parte de la dirigencia, Villares reafirmó: “no me corresponde a mí evaluarlo. Es un tema entre el coach y los directivos. Yo con Hall no tengo problemas, a lo sumo ambos jugamos en la misma posición. No soy yo quien debo decir que Hall se vaya o que yo juegue mas que él. El técnico es el ‘Huevo’ y él debería determinar si esto ayuda o no a Quilmes”.
En cuanto a si no lo incomoda esta problemática confesó: “no lo dudes, pero no puedo hacer otra que seguir trabajando duro y tratar que no me afecte más de la cuenta. Somos profesionales, cada uno sabe lo que debe hacer. A mi me contrataron para una cosa que hoy no estoy haciendo pero no por error o defecto mío. Las condiciones no se han dado como para que yo haga mi juego en beneficio de lo colectivo”.
Sobre si es posible el rumor de un supuesto emigrar fue tajante al expresar: “esas son versiones que califico de mal intencionadas de parte de quienes escriben en algún foro cosas que ciertos periodistas permiten que se publiquen. Mantuve una charla telefónica con un amigo de Gualeguaychú que se preocupó por mi situación y me dijo que las puertas de Central estarán siempre abiertas, pero para nada hubo algún tipo de diálogo con tal o cual club para yo dejar Quilmes. No pienso irme, la voy a seguir peleando, aparte todavía falta mucho. Te diría que falta lo mejor de la temporada y quiero con mi juego, con mi verdadero juego, callar a algunas bocas que han hablado de más”.
Precisamente era un buen momento para dialogar sobre como se lleva con el periodismo marplatense y manifestó: “a medida que pasan los años uno va entendiendo algunas cosas, algunos manejos. Siempre respeté al periodista que iba de frente, al que te decía ‘mirá Edu yo pienso que tal o cual cosa’ y me lo decía en la cara. Sigo respetando ese estilo, siempre y cuando no haya agresión, no se metan con mi vida privada y especialmente no mientan. Históricamente el periodismo en todos lados habla muy bien en la victoria, te tiran flores, y en la derrota llueven las críticas. Vuelvo a lo que te decía del técnico. Cada uno es profesional y sabe lo que hace. La prensa tiene su punto de vista, su visión, mientras no tenga mala leche e invente cosas, todo bien. No me preocupa aquel periodista que analiza mi rendimiento por la planilla o por el juego en sí. Me desagrada el periodismo que va más allá e inventa o se hace eco de lo que el hincha dice. Antes te dije que la gente es muy pasional, cierto sector de la prensa de Mar del Plata también lo es. En líneas generales me llevo bien, sobre todo los respeto, pero hay excepciones que espero pronto demostrarles como se han equivocado con algunas actitudes”.
Preciso, sin vueltas aunque sin conceptos controvertidos que aumenten más el clima en cierto modo tirante que se vive en el campamento quilmeño. Eduardo Villares dijo lo suyo, con respeto, con altura y clarificó el panorama. Lo más relevante: no se piensa ir al menos por esta temporada de Quilmes y aún espera el desquite en la instancia "caliente" del certamen.
Sabido es que su idilio con el público “Cervecero” no atraviesa por su mejor momento y el escolta paranaense lo reconoce: “la gente siempre te pide más. El espectador paga su entrada y tiene todo derecho a juzgarte. Acá se vive el básquet de manera muy pasional y cuando andás bien te endiosan como cuando fallás descargan su fastidio. Los extremos no son buenos, pero soy un profesional y se cuales son las reglas del juego”.
Consultado sobre si se siente en deuda en relación al reclamo de la gente, el Edu señaló: “primero me siento en deuda conmigo mismo. No estoy jugando los minutos que quiero y como quiero. Me mato en la semana entrenando para que cambie la situación pero no está en mis manos exclusivamente en lo individual. Hemos perdido algunos partidos seguidos y es lógico que el público se moleste. Lo que no comparto es que todas las miradas se posen en mí”.
La respuesta nos dio la excusa para meternos de lleno en su relación con el coach Oscar “Huevo” Sánchez y sobre él dijo: “la relación no es la que uno quiere, no nos entendemos mucho, pero ambos somos profesionales. El sabe lo que yo le puedo dar y yo debo respetar sus decisiones. Así son las cosas. Guste o no él dirige, yo juego. No hay ningún problema personal ni extrabasquetbolístico. Cuando él considere que le puedo ser útil al equipo siempre estaré preparado, pero no obviemos que acá vine y él oportunamente lo reconoció como jugador franquicia, y pienso que un jugador digamos emblema, debería tener otro protagonismo. Si él cree que debo ser suplente debo bancarmela y punto”.
En relación a si no considera que todo tiene íntima relación con el “no” que tuvo el DT para reemplazar a Antwon Hall de parte de la dirigencia, Villares reafirmó: “no me corresponde a mí evaluarlo. Es un tema entre el coach y los directivos. Yo con Hall no tengo problemas, a lo sumo ambos jugamos en la misma posición. No soy yo quien debo decir que Hall se vaya o que yo juegue mas que él. El técnico es el ‘Huevo’ y él debería determinar si esto ayuda o no a Quilmes”.
En cuanto a si no lo incomoda esta problemática confesó: “no lo dudes, pero no puedo hacer otra que seguir trabajando duro y tratar que no me afecte más de la cuenta. Somos profesionales, cada uno sabe lo que debe hacer. A mi me contrataron para una cosa que hoy no estoy haciendo pero no por error o defecto mío. Las condiciones no se han dado como para que yo haga mi juego en beneficio de lo colectivo”.
Sobre si es posible el rumor de un supuesto emigrar fue tajante al expresar: “esas son versiones que califico de mal intencionadas de parte de quienes escriben en algún foro cosas que ciertos periodistas permiten que se publiquen. Mantuve una charla telefónica con un amigo de Gualeguaychú que se preocupó por mi situación y me dijo que las puertas de Central estarán siempre abiertas, pero para nada hubo algún tipo de diálogo con tal o cual club para yo dejar Quilmes. No pienso irme, la voy a seguir peleando, aparte todavía falta mucho. Te diría que falta lo mejor de la temporada y quiero con mi juego, con mi verdadero juego, callar a algunas bocas que han hablado de más”.
Precisamente era un buen momento para dialogar sobre como se lleva con el periodismo marplatense y manifestó: “a medida que pasan los años uno va entendiendo algunas cosas, algunos manejos. Siempre respeté al periodista que iba de frente, al que te decía ‘mirá Edu yo pienso que tal o cual cosa’ y me lo decía en la cara. Sigo respetando ese estilo, siempre y cuando no haya agresión, no se metan con mi vida privada y especialmente no mientan. Históricamente el periodismo en todos lados habla muy bien en la victoria, te tiran flores, y en la derrota llueven las críticas. Vuelvo a lo que te decía del técnico. Cada uno es profesional y sabe lo que hace. La prensa tiene su punto de vista, su visión, mientras no tenga mala leche e invente cosas, todo bien. No me preocupa aquel periodista que analiza mi rendimiento por la planilla o por el juego en sí. Me desagrada el periodismo que va más allá e inventa o se hace eco de lo que el hincha dice. Antes te dije que la gente es muy pasional, cierto sector de la prensa de Mar del Plata también lo es. En líneas generales me llevo bien, sobre todo los respeto, pero hay excepciones que espero pronto demostrarles como se han equivocado con algunas actitudes”.
Preciso, sin vueltas aunque sin conceptos controvertidos que aumenten más el clima en cierto modo tirante que se vive en el campamento quilmeño. Eduardo Villares dijo lo suyo, con respeto, con altura y clarificó el panorama. Lo más relevante: no se piensa ir al menos por esta temporada de Quilmes y aún espera el desquite en la instancia "caliente" del certamen.
(*) Colaboración de Diego Gentile desde Mar del Plata.-
Sionista rumbo a La Feliz
Sionista partirá a las 0.30 del jueves rumbo Mar del Plata donde el viernes visitará a Peñarol por la 15ª fecha de la Liga A. Los de Sebastián Svetliza volverán a la competencia luego de 11 días debido al corrimiento de las fechas por la participación de Peñarol y Libertad en la Liga de las Américas y el Juego de las Estrellas.
El plantel trabajó ayer en dos turnos sin la presencia de Michael Robinson, quien espera por el equipo en La Feliz. La delegación tiene previsto arribar al mediodía y a la tarde noche entrenará en Polideportivo donde el viernes, a las 22, jugará el partido. El equipo está muy bien físicamente y por ende el DT tendrá a disposición a todos sus jugadores.
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